¿Dónde estamos las mujeres? Un análisis político de las elecciones del 2018

En el marco del Centro de Formación para candidatas de Ñeembucú, la política y activista feminista Lilian Soto compartió con las participantes un análisis sobre la participación político electoral de las mujeres en las elecciones de 2018.

Los datos duros son preocupantes: Paraguay es el segundo país de la región de Latinoamérica y el Caribe con menor representación femenina en cargos electivos: apenas un 16,8%, muy lejos de los países con mejor representación, como Cuba con un 63,22% o Bolivia con un 51,81%. El análisis de los resultados de las elecciones del año 2018 resulta útil para comprender esta realidad y a partir de allí, idear estrategias destinadas a revertir la situación y mejorar la representación política de las mujeres.
  • El padrón está compuesto por un 49% de mujeres y un 51% de hombres. En el exterior, estos números se invierten, dando un 55% de mujeres y un 49% de hombres.
  • Los cargos en disputa fueron 45 senadurías titulares, 18 diputaciones titulares del Parlasur, 80 diputaciones nacionales titulares, 17 gobernaciones y 246 bancas de concejalías departamentales.
  • Casi la mitad de las personas habilitadas para votar está por debajo de los 35 años, lo cual implica un alto porcentaje de voto joven.
  • No hubo candidatas mujeres a la presidencia, y hubo una sola candidata para vicepresidenta por el Movimiento Popular Patriótico.
  • De 122 candidaturas para las gobernaciones, 111 fueron masculinas.
  • Ninguna mujer ganó la candidatura para gobernación.
  • Candidaturas titulares: 64 % hombres y 36% mujeres.
  • El departamento con mayor representación de mujeres en la junta departamental es Concepción, con un 35,71%; y con menor representación el departamento de San Pedro, con un 4,76%.
  • En total estuvieron en juego 408 cargos titulares, pero solo accedieron 72 mujeres.
En Paraguay, las mujeres no decidimos prácticamente nada en cuanto al poder político.”, expresó Lilian. “Pueden seguir llamándonos gloriosas, pero seguimos sin estar en los espacios de decisión.”

Principales obstáculos para la participación política de las mujeres como candidatas y electas

Violencia política: el acceso de las mujeres a espacios de visibilidad y relevancia en la política acarrea agresiones relacionadas a aspectos físicos, intelectuales y sexuales. También se manifiesta en forma de falta de reconocimiento, ironías, desprecio y desconocimiento de decisiones adoptadas.
Machismo: a las dirigencias políticas masculinas les cuesta aceptar las candidaturas femeninas en lugares relevantes.
Falta de financiamiento: las campañas son costosas y sin dinero es muy difícil generar buena visibilidad y competir en condiciones igualitarias.
División sexual del trabajo: la mayoría de la población paraguaya asigna a las mujeres un papel preferencial en la familia antes que en al política.
Para transformar esta situación y comenzar a construir una sociedad más democrática y plural, es necesario el trabajo con los partidos políticos y la conformación de espacios pluripartidarios de  debate sobre mecanismos posibles para impulsar candidaturas de mujeres. Estos mismos debates deben darse en el interior de los partidos, profundizando en las cuestiones de la democracia y la paridad. También es de vital importancia analizar cómo el machismo y el patriarcado configuran las prácticas políticas masculinas, e impulsar una educación con enfoque de derechos, basada en la igualdad y libre de estereotipos de género. La sensibilización y el debate público deben acompañar todos los procesos.

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