Pilar Callizo, candidata al Consejo de la Magistratura “Mi candidatura es también una reivindicación para las mujeres”



María del Pilar Callizo es abogada, máster en Política y Gestión Pública e integrante del Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (Mesecvi), órgano responsable del proceso de implementación del instrumento internacional para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Este año Pilar se presenta como candidata por el gremio de abogados y abogadas del Paraguay para conformar el Consejo de la Magistratura, un órgano autónomo establecido por la Constitución Nacional, cuya función principal es proponer las ternas de candidatos para integrar la Corte Suprema de Justicia y las ternas de los cargos de tribunales inferiores, jueces y juezas, defensores y defensoras públicos y agentes fiscales. Las elecciones se llevarán a cabo este sábado 21 de noviembre, y están habilitados para votar todos los abogados y abogadas del país que no ejerzan en la función pública.

De las diez listas que disputan el cargo, sólo la Lista P: "Por un consejo independiente, plural y eficiente” tiene a una mujer como primera titular, Pilar Callizo. Y además, cuenta con otras dos mujeres en la chapa. Sobre esta particularidad, la doctora Callizo comenta: “Esta representación no es una cuestión menor. En las otras listas las mujeres están relegadas a un segundo plano, o directamente no están. Nuestra chapa está presentada por dos titulares mujeres. Gladys Barrios, la segunda titular, es especialista en Gestión y Políticas Universitarias del Mercosur, y Laura Figari, segunda suplente, es abogada litigante. El primer suplente, Arnaldo Martínez Prieto, es un ex magistrado que renunció por dignidad y decoro cuando quisieron someterlo al jurado de enjuiciamiento”.

El consejo de la magistratura nunca ha tenido una mujer como representante del gremio de abogadas y abogados. ¿Por qué cree que es así?

En primer lugar, por la cultura que todavía está muy arraigada en nuestro país de que las mujeres no nos presentamos como alternativa. Por eso mi candidatura es una reivindicación, no solo de que la mujer debe ocupar un espacio en este órgano tan importante para el sistema de justicia, sino para que otras mujeres rompan este status quo en el que nosotras no nos presentamos a competir contra los colegas varones. Espero que sirva como punto de partida para que más mujeres se animen a ocupar cargos de toma decisión. Confrontando con nueve colegas varones quienes tienen mucho respaldo del poder político y de ciertos sectores que son bolsones de poder enquistados en las instituciones, este trabajo de representación es mucho mayor que si tuviéramos un escenario de competencia donde se respeta la igualdad de trato y de oportunidades.

¿Es importante también la paridad en estos órganos?

Es necesario compartir una chapa en igualdad de condiciones. Que en pleno siglo XXI haya listas que no tienen ninguna mujer, ya nos está diciendo cuál es el sentido de esos liderazgos en cuanto a la incorporación de las mujeres en la justicia.

¿Cree que la menor cantidad de mujeres en el consejo influye luego en la también menor cantidad de mujeres en la conformación de las ternas?

Sí. Hay menos opciones en cuanto a esas incorporaciones de mujeres en las ternas. También hay que fijarse en el rol que cumplen los miembros del Consejo. La selección para las ternas se tiene que hacer con ciertos criterios de idoneidad, de capacidad, de conocimientos sobre temas generales del Derecho pero también sobre los derechos de las mujeres específicamente. Y alguien que no tiene esa perspectiva, esa formación, tendrá una visión sesgada a la hora de elaborar los exámenes. Es importante que en la formación de los jueces y juezas que pretenden ser operadores de justicia haya esa mirada sobre todo lo que está vigente hoy, incluso referente a convenios internacionales, como la Ley 5777/16 de protección integral a las mujeres contra toda forma de violencia, que se basa en el tratado de Belém do Pará. Este tipo de aspectos son muy necesarios para incorporar a los exámenes. Si el Consejo está integrado solo por hombres, el criterio para establecer pautas para los exámenes va a tener un sesgo muy pronunciado.

¿Cuál es la relación entre el padrón y la cantidad de mujeres en el Consejo?

Las mujeres somos el 49% del padrón y la representación siempre fue mínima o nula dentro del consejo. Ahora hay una mujer, la doctora Mónica Seifart, designada por el Poder Ejecutivo. También hay que tener en cuenta que la visión de una mujer u hombre que han sido designados en el Ejecutivo tienen una concepción menos independiente del poder que una persona que está representando el gremio.

¿Qué puede aportar una mujer independiente y con formación en perspectiva de género para fortalecer el buen funcionamiento del poder judicial?

En primer lugar, siendo independiente de estos poderes que pretenden usurpar y seguir cooptando la justicia en el Paraguay. Yo creo que para eso se necesita carácter, templanza, es un espacio donde se va a tener que tener mucha capacidad de negociación, pero también firmeza para que no te separen de tus convicciones. Muchos de los que ocuparon esos cargos fueron absorbidos por el sistema, pues entran condicionados por una influencia política de la que es difícil desprenderse. En cambio alguien independiente, que ha demostrado saber abordar temas difíciles dentro del quehacer profesional y la sociedad civil, puede enfrentar un sistema como este porque no debés nada a nadie, no tenés que estar respondiendo ni justificando tus decisiones a patrones o a líderes políticos partidarios que son, al final, los dueños de tus decisiones. La independencia te da una firmeza y te apuntala para ir por el servicio, no por el cargo.

¿Qué mensaje darías a las mujeres en este contexto?

Las aliento a que asuman este tipo de desafíos, que se sientan fuertes y determinadas para ocupar cargos de toma de decisión. Las invito a que el 21 de noviembre apuesten por una mujer que se presenta de manera transparente con el firme propósito de mantener la independencia de los poderes fácticos, la vigencia del Estado social y constitucional de Derecho, como también el imperio de la ley. Finalmente, serán los y las colegas quienes tendrán el poder de decidir el camino de nuestra justicia.

Un Poder Judicial independiente y transparente es una deuda pendiente para el país, y resulta esencial para garantizar la democracia. En este sentido, el Consejo de la Magistratura debe honrar los principios de pluralismo y selección criteriosa, con ternas conformadas en base al mérito y la capacidad de impartir justicia. Estas elecciones pueden ser una oportunidad para fortalecer a la justicia paraguaya y comenzar a desarmar las estructuras corruptas de poder que la han sometido y debilitado.

                           

                               La única lista con una mujer como primera titular, y la única lista

                                                        con tres mujeres en la fórmula.


Redacción: Julieta Gamarra - Sumamos Mujeres

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