Virginia Corvalán: 120 años de legado feminista

Hace 120 años, nacía en Asunción una mujer que se convertiría en una de las principales referentes del feminismo en Paraguay: Virginia Carlota Corvalán. Combativa desde joven, en 1918 fue la única mujer en culminar el bachillerato en el Colegio Nacional de la Capital entre un total de 40 egresados.

  

Estudió Derecho y Ciencias Sociales y se doctoró en 1923, convirtiéndose así en la segunda mujer paraguaya en obtener este título: la primera fue Serafina Dávalos, en 1907. Su tesis doctoral Feminismo, la causa de la mujer en el Paraguay, fue publicada en una época en que las paraguayas no contaban con derechos civiles y eran consideradas menores de edad tanto desde lo jurídico como desde lo cultural, permanentemente tuteladas por los hombres y recluidas a las labores domésticas. Virginia no dudó en exponer en su tesis sus firmes ideas feministas, abarcando temas como el derecho al sufragio y la igualdad entre mujeres y hombres. En sus reflexiones también relacionaba el feminismo con la causa obrera.

En 1920, formó parte de la fundación del Centro Femenino Paraguayo, el cual tenía el fin de apoyar diferentes causas e iniciativas relacionadas al empoderamiento de las mujeres y la conquista de sus derechos. Fue la primera organización paraguaya de este tipo y uno de sus aportes más relevantes fue el proyecto de ley de igualdad de derechos entre hombres y mujeres, presentado por el diputado republicano Telémaco Silvera. En este Centro también trabajaron otras feministas como María Felicidad González, Carmen Garcete, Catalina Steward, Ermelinda Ortiz, Élida Ugarriza, Carmen Gatti y Josefina Sapena Pastor, y por supuesto, Serafina Dávalos.

Virginia hablaba cinco idiomas: español, guarani, francés, alemán e inglés. Congenió su militancia feminista con el ejercicio de su profesión de abogada en el cine Splendid de Asunción, en la Casa Pretán de París y en la Colonia Alemana en el Paraguay. También trabajó como ayudante de auditoría en la Guerra del Chaco, junto con su marido. Al finalizar la contienda, se desempeñó como Consejera de la Unión Femenina del Paraguay.

Su claridad de pensamiento y su análisis de la situación de la mujer paraguaya siguen siendo válidos hasta hoy. Entre sus reflexiones sobre la igualdad y la participación política de las mujeres podemos citar las siguientes:

"En el terreno de los hechos que la mujer ha probado en forma evidente e incontestable sus aptitudes para igualar al hombre, luchando y sacrificándose, trabajando y esforzándose en una noble y generosa emulación a su lado por la conquista de los ideales comunes”.

“Un ignorante que no sabe leer ni escribir es elector; el ebrio consuetudinario, que ha perdido su dignidad y su razón, es elector; es también elector el holgazán que se hace mantener por la mujer… pero la mujer aunque sea inteligente, honrada, virtuosa, patriota, trabajadora, humanitaria, es relegada a una situación de inferioridad. Es absurdo tanto como injusto, acordar el voto a título de función social, al más torpe e ignorante de los hombres y negárselo a la más genial y virtuosa de las mujeres.”

“Reconocer a la mujer iguales derechos que los del hombre no va a empequeñecerla o corromperla, sino cultivarla o mejorarla. La Equidad o el sentimiento natural de lo justo, impone que se otorgue a la mujer todos los derechos políticos de que el hombre goza”

"La causa de la mujer triunfará en todas partes, porque una idea de más alta justicia preside hoy día la organización de las sociedades y por la acción de la mujer misma, en cuya conciencia se va haciendo la luz y cuya voluntad se está haciendo sentir.”

Redacción: Julieta Gamarra - Sumamos Mujeres


Fuentes: 
- Ana Barreto: "Virginia Corvalán. Lucha por los derechos de las mujeres" en Pensamiento Crítico del Paraguay (2014)

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